1oo% de acuerdo desde la primera, hasta la última coma, pero mucho me temo que no se está por la labor de reactivar nada. Desde mi punto de vista, ya es tarde. Este País ha sido capaz de acabar con la paciencia y el compromiso de las empresas que han tratado de ejercer su actividad de una forma honesta y transparente. Por el momento se está demostrando todavía a fecha de hoy, que mayoritariamente se califica como éxito empresarial aquellas empresas que son capaces de realizar ventas o firmar contratos, mediante ventajas competitivas asociadas a corrupción, soborno e información privilegiada,por supuesto todo esto se traduce en unos beneficios atractivos en la cuenta de resultados y balances maravillosos, que abonan las posibilidades de financiación externa, privada e institucional, son LOS ELEGIDOS. Estas prácticas lejos de desaparecer se están acentuando con mayor descaro si cabe. Pensar en la Reactivación de las pymes en un escenario como el actual, como bien describe el articulo significa cambiar completamente la percepción de creación valor por parte de administración pública, entidades financieras y la propia sociedad. Toda una revolución social que llevará décadas y en la que no existe un compromiso real,por los actores necesarios. Este sistema no me merece ninguna confianza. Saludos, Antonio Javierre
1oo% de acuerdo desde la primera, hasta la última coma, pero mucho me temo que no se está por la labor de reactivar nada.
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, ya es tarde. Este País ha sido capaz de acabar con la paciencia y el compromiso de las empresas que han tratado de ejercer su actividad de una forma honesta y transparente.
Por el momento se está demostrando todavía a fecha de hoy, que mayoritariamente se califica como éxito empresarial aquellas empresas que son capaces de realizar ventas o firmar contratos, mediante ventajas competitivas asociadas a corrupción, soborno e información privilegiada,por supuesto todo esto se traduce en unos beneficios atractivos en la cuenta de resultados y balances maravillosos, que abonan las posibilidades de financiación externa, privada e institucional, son LOS ELEGIDOS.
Estas prácticas lejos de desaparecer se están acentuando con mayor descaro si cabe.
Pensar en la Reactivación de las pymes en un escenario como el actual, como bien describe el articulo significa cambiar completamente la percepción de creación valor por parte de administración pública, entidades financieras y la propia sociedad. Toda una revolución social que llevará décadas y en la que no existe un compromiso real,por los actores necesarios.
Este sistema no me merece ninguna confianza.
Saludos,
Antonio Javierre