Si Europa en general y España en particular quieren
salir de su espiral languideciente en cuanto a importancia económica,
industrial, institucional y de muy
diversos órdenes, que nos va abocando a
perder cada vez más peso internacional, un elemento fundamental es conseguir
grandes pactos o mejor un gran pacto político y social que nos haga ganar en
unidad de acción, estabilidad
institucional, estabilidad en temas clave como pensiones, educación, política
exterior, incentivos a la empresa y creación de empleo, políticas sociales
favoreciendo la cohesión social, y en suma un adecuado camino para tener mayor credibilidad
y presencia internacional.
Algún reciente
pacto entre PP y PSOE en materia europea es un referente al respecto pero se
debe avanzar mucho más. En este contexto, la ciudanía, los movimientos sociales
y las ONG´s deben también incidir de manera sinérgica y coordinada presionando
en la misma dirección y haciendo saber a nuestro Top Management político que se
quiere otra forma de hacer política, otra forma de gestionar lo público y otra
forma de incentivar y supervisar adecuadamente lo privado. La participación y movilización ciudadana,
sobre todo de los jóvenes, su
participación a través de ONG´s, partidos, sindicatos, organizaciones
ecologistas, organizaciones de consumidores y usuarios, es fundamental. Los
hombres pasan, pero las instituciones permanecen, un grano no hace granero,
pero ayuda al compañero.
Hay que conseguir dotar de mayor profesionalidad a la
actividad política con limitación de mandatos, siendo lo prioritario en avanzar
en grandes acuerdos y pactos sobre lucha contra el paro, fomento de la
investigación y el emprendimiento, educación, reforma de la administración,
dependencia, cultura, pensiones, política exterior, fiscalidad, y en todo lo imaginable. Pactar, negociar y consensuar hasta la
extenuación, hasta lograr el punto de acuerdo y consenso. De esta manera no
habrá nuestros típicos cambios pendulares en temas claves al cambiar de
orientación el Gobierno y las legislaturas tendrán un tono más sosegado y
continuista en el marco de unas orientaciones generales consensuadas y pactadas
de manera prudente y razonable.
Finalmente quiero reseñar algún aspecto específico,
entre otros, que es muy conveniente
fortalecer en nuestro actual sistema democrático al hilo de dos importantes
encuentros a los que he sido invitado recientemente. Por un lado tal y como se
reseñó en el reciente I Encuentro de la Asociación Europea de Planificación
Financiera (EFPA) en Zaragoza , http://efpa.es/actividad/896/i-jornada-efpa-espanya-en-zaragoza
hay que formar cada vez mejor, pero
sobre homologar, acreditar y certificar por instituciones reconocidas a los
profesionales de la Asesoría Financiera y Gestión de Patrimonios, con
importante formación ética y códigos deontológicos, evitando el intrusismo profesional. Por otro
lado, en el reciente XVII Congreso Nacional en Zaragoza de HispaJuris sobre “La
Corrupción y sus solucioens jurídicas” http://www.youtube.com/watch?v=-k9h0L18Llk
, un auténtico cáncer social junto con el paro,
se han señalado pautas muy claras con relación al poder judicial,
necesidad de mayores medios y competencias, y querría destacar alguna frase del
Presidente del Consejo General de la Abogacía, Carlos Carnicer, quien declaró
“No tendremos afecto hacia los políticos hasta que no veamos un acto individual
suyo de apartar absolutamente la corrupción; la sospecha incluso”. Por cierto, recordamos allí a José Atarés,
q.e.p.d., con un minuto de silencio.
http://www.abogacia.es/wp-content/uploads/2013/12/1.pdf